Casa antigua con comodidades del siglo XXI

Casa antigua con comodidades del siglo XXI
Isabelle es una anfitriona encantadora. Está atenta en todo momento a lo que necesitas. El desayuno es espectacular y riquísimo. Cuando llegamos hacía un calor insoportable en la calle (41º) y la casa estaba perfectamente aclimatada (25ª), asi como la habitación cuando llegamos más tarde para hacer el check-in. Tenía todo preparado para que dejáramos las maletas el último día después de hacer el check-out

Por poner una pega… que el aseo de la entrada tuviera lavabo; pero es un detalle sin impotancia.

Alférez Canales - 19/08/2022 (Booking)