Trato exquisito
Más que un hotel, es una casa con 4 habitaciones en una primera planta. Estas, son amplias y muy luminosas, con una cama grande y MUY CÓMODA! Por lo demás, todo lo calificaría de muy bueno . La casa es Preciosa, con un patio de acceso en el cual en verano se tiene q estar de locura, un pequeño office donde nuestra anfitriona nos brindó la oportunidad de hacernos café, te..nos dejo pastas de Mantequilla para coger a discreción…En fin , todo amabilidad y cariño por parte de Therese. Hizo que nuestra estancia fuera muy agradable. Incluso nos facilitó un parking cercano donde dejar el coche, nos aconsejó que visitar, lugares para no perderse.. Desde La halte montaigne hasta el centro, no habrá más de media hora andando. Siendo Burdeos una ciudad llana, se hace imprescindible callejear y descubrir lugares ocultos. Si no, hay una parada de tranvía muy cerca Un lugar a tener en cuenta
El único “pero” , seria que al ser la nuestra una habitación exterior , se oía mas de lo deseado el Ruido del tráfico y que la Madera del suelo cruje demasiado y llega a ser molesto cuando se hace el silencio por la Noche.
